lunes, 13 de julio de 2009

El Vino del Estío


El Vino del Estío (Dandelion Wine) fue escrito por Ray Bradbury en 1957. Narra las vivencias y descubrimientos del verano de 1928 en Green Town, Ilinois, a través de los inocentes ojos de Douglas Spaulding, un chico de tan solo doce años que, junto a su hermano Tom, de diez, comienza a comprender el mecanismo de la existencia, como quien llena de sensaciones desconocidas un lienzo en blanco. Conoce el significado de la vida y la muerte, la amistad, las pérdidas, la brujería y la magia, los viajes y las aventuras, eventos reales pero a la vez llenos de fantasía y sueños.
En la historia pareciera ser que Douglas comparte protagonismo con cada uno de los habitantes del pueblo, ya que cada capítulo descubre la historia, los anhelos y las penas de las personas que comparten su cotidianeidad, quienes van aprendiendo también conceptos que a veces de adultos se dan por entendidos, pero que muchas veces hay que refrescar.

La narrativa es tremendamente deliciosa. Ray Bradbury tiene el don de la poesía en su prosa, muchas veces se centra en un espacio, un objeto, una emoción y lo describe de una forma que deleita la imaginación. En esta obra puede apreciarse con mayor intensidad, ya que deja de lado completamente la etiqueta de ciencia ficción. Él mismo se considera un autor del género realismo mágico.
Lo curioso que ocurre con El vino del estío es que a primera vista pareciera ser autobiográfico; sin embargo, constituye casi un collage de diversas experiencias, no solo propias, sino de otros, además de una alta cuota de imaginación. Sí se identifica muchas veces con el personaje principal, tomando en cuenta que el propio nombre tiene relación directa con él: Douglas es su segundo nombre y Spaulding, el apellido de su padre.

A mí parecer, uno de los libros más sutiles y hermosos de este gran autor estadounidense. Recomendado para quienes no han tenido el placer de deleitarse con sus obras y para quienes solo llegaron a disfrutar de Crónicas Marcianas y Farenheit 451, novelas que por lo demás, estigmatizaron a este romántico de alma como "representativo" de la ciencia ficción.

No hay comentarios: