domingo, 16 de septiembre de 2007

INLAN EMPIRE



YO VI INLAND EMPIRE HASTA EL FINAL (Y SOBREVIVÍ). Definitivamente me haré una camisetita con esta leyenda. Y qué puedo decir al respecto...


Yo me considero una seguidora de la obra de Lynch, siempre me gustó, siempre lo he admirado. Cuando llegó Inland Empire a las pantalas argentinas yo saltaba en una pata de alegría y contaba los días para ir a verla. Es cierto que demoró mucho tiempo en llegar acá, porque en Chile ya está disponible para arrendar y comprar. Pero fuera cual fuese la razón, pensé "más vale tarde que nunca". Llegó septiembre y la posibilidad de ir a verla. Fui al Arteplex, complejo de cine arte que hay cerca de mi casa, en el cual jamás he visto que la sala se llene con más de 20 personas. Cuando llegamos con Maxi, la fila era considerablemente grande y después de nosotros, la fila continuaba hasta la calle. Esto era realmente llamativo. Y encima porque no es mucha la gente que conoce y aprecia la exéntrica obra de este director y por otro lado, la crítica destruía el largometraje por todas partes (por lo visto no es mucha gente la que lee los diarios). Pero en fin, así era la cosa. Nosotros nos sentamos en medio de la sala frente a un grupo de jóvenes de estos ilustrados prepotentes (lo menciono porque uno se puso la mano en el mentón como quien va a ver una obra de arte y con expresión de "sé que solo yo la voy a entender" xD y me causó gracia). La cinta comenzó no bien se apagaron las luces y cerraron las cortinas de la entrada. Un poco de ruido inicial me irritó un poco, pero luego los intelectuales de atrás hicieron callar a todos con mucha agresividad.


Al principio costaba mantener la concentración porque la cantidad de escenas distorcionadas y los innumerabels conceptos que unoe stima conveniente recordar porque uno sabe que son los que le darán sentido al filme tarde o temprano, pero así y todo (y obviando algunas escenas que parecían estar de más), la trama tenía una línea racional de la cual aferrarse para unir todas esas imágenes fantásticas.


Pero llega un punto en el que la película pirde el hilo racional y Lynch comienza a bombardearnos con sus locuras de tal forma que ya no puedes recordar ni alinear las cosas que van pasando, te rindes y dejas que la película siga su curso sin tratar de entender nada y disfrutando de esas escenas retorcidas. Algunas cosas se repiten tanto que, por ejemplo, ya no te inmutas con las escenas de suspenso y sus violines desgarradores. No pasaba ni una hora de película cuadno la gente comenzó a pararse e irse. Yo me sentí tentada de irme muchas veces también, pero el hecho de que habíamos pagado por verla y porque se trataba de Lynch, le débía mamarmela porque sabía que en cualquier momento sucedería algo que le daría un vuelco y sentido a la historia. Pasadas las dos horas, un caballero se paró en el pasillo luego de la escena en donde la protagosnita grita "Soy una prostituta!" en medio de una calle de Hollywood, en un estado deplorable, y gritó algo como "así vamos a terminar nosotros! para allá vamos!" y alguna otra cosa que no entendí como "viva..." no sé quién, pero era un político xD Además, creo que hablo por todos cuando digo que no hayaba la hora para salir de ahí. Tanto así, que cuando la película llega a una escena en la que definitivamente crees que se va a terminar, aparece otra que te vuelve a pegar el culo al asiento (el cual a esas alturas sientes que está más duro que al comienzo y no encuentras la posición que le devuelva la vida a los cachetes) con un quejido lamentoso espontáneo.

Pero alegría, alegría! cuando luego de TRES inmemorables horas de tortura visual, logramos salir de la sala con los créditos no excentos de imágenes locas y casi llorando con la sensación de haber desperdiciado nuestra tarde.
Pero qué sucedió, me lo tomé con gracia y no se me ocurrió otra explicación más razonable que la de Lynch burlándose de nosotros. Por que él sí tiene plata y cerebro para hacer lo que le da en gana. Una burla, no hay otra explicación.
Es decir, está bien que se pretenda hacer algo de peso psicológico y para una elite, pero, de ahí a que el espectador tenga que hacer un esfuerzo descomunal por atar cabos sueltos y conceptos rallados a más no poder? Eso ya no es sano. Además, Lynch es un verdader genio y sus cortos (los que son todos de esta onda) son dignos de admirción y son un deleite para la imaginación. Pero de ahí a hacer tres interminables horas bombardeándote tantas cosas? Es decir, yo creo que podría haberla disfrutado mucho más si la cosa nu hubiese sobrepasado la hora.
Cuando salimos de la sala, la fila para la siguiente función daba vuelta la cuadra, verdaderamente no me explico cómo una película tan esperada puede llegar a desilucionar tanto. No voy a decir que es mala porque sencillamente no la entendí. Pero una película que requiere todo el ingenio del mundo para sacarle un sentido y encima que este sentido no sea seguramente el que quería darle el director, sino que sea uno forzado y poco convincente, no puede ser muy buena tampoco.
Lo que sí me llamó la atención es que habían muchos conceptos salidos de la Sinfonía Industrial. Si alguien tiene algún dato que aportar en cuanto a este comentario, no dude en hacerlo.
No voy a tratar de seguir buscando la relación entre la rusa que no recordaba nada, los conejos locos que hablaban puras incoherencias o las prostitutas bailando The Locomotion.


Alguna acotación? Foro abierto, yo no voy a seguir quemando neuronas así, hay que guardar para los próximos estrenos xD jajaa
Paz!





1 comentario:

Anónimo dijo...

mucho de verdad en lo que decis, pero lo acertado de tus palabras se ve opacado por un resentimiento latente constante!! hacer ropa con talles inadecuados es tan nocivo como hacer en talles extra grandes, diseños para cuerpos mas deslgados...a cada uno lo que le acomoda!
Mira uno puede elegir cuidarse en la medida de sus posibilidades para verse bien y encontrar el equilibrio entre el bienestar intelectual y estetico: no me vengas con la trillada dupla linda-hueca !